Llegó el momento, el último de los posts sobre nuestra aventura griega, vamos a descubrir juntos la maravillosa isla de Santorini!
Había visto tantas fotos de este lugar, que realmente pensaba que la realidad tenía difícil superar mi imaginación y, sobre todo, mis expectativas. No podía estar más equivocada.
Me bastaron 3 segundos para darme cuenta de que había llegado a uno de los sitios más bonitos que he tenido la suerte de conocer. Días después, estando yo en la piscina, llegó una pareja, y al asomarse a la caldera la chica dijo: madre mía, es la cosa más bonita que he visto en toda mi vida. Os prometo que no es para menos.
Pero vayamos por partes!
Voy a empezar hablando sobre el alojamiento. Dudamos bastante dónde alojarnos, podéis elegir entre distintas localidades, todas son muy bonitas, pero después de leer opiniones de viajeros y hablar con amigos que habían estado ya en la isla, nos decidimos por Oia, sin duda un gran acierto.
La frase definitiva fue: si no te quedas en Oia, irás, lo verás, y desearás volver pronto a Santorini para alojarte allí. Nosotros nos quedamos en Alexanders Suites, está a unos cinco minutos a pie del centro, para mi gusto fue una estancia mágica. Las vistas (tal y como podréis ver en las fotos) a la caldera y la ladera de Oia son espectaculares, nuestra habitación era una suite en la parte más alta del alojamiento, aunque también tienen otras habitaciones tipo cueva (os dejo unas fotos para que las veáis), son típicas en la isla y también tienen mucho encanto.
Nosotros contábamos con una terraza preciosa. Desayunamos, comimos y cenamos allí muchos días, ya que también teníamos cocina en nuestro apartamento y nos daba mucha pena desaprovecharlo. En la terraza teníamos un jacuzzi privado, y el hotel también cuenta con una piscina infinita preciosa (donde me pasé bastante tiempo y dónde me encantaría estar ahora).
El desayuno te lo traen a la habitación, quiero hacer una especial mención a Aqib, él se preocupó de que nuestra estancia fuera absolutamente inolvidable, siempre atento y dispuesto. Es maravilloso encontrar alojamientos que, independientemente de sus vistas y facilidades, cuentan con personal que además realiza tan bien su trabajo y con tanta calidad humana.
Personalmente (y eso que la afluencia de turistas este año era mucho menor), creo que nuestro hotel tiene una ubicación privilegiada, estás en Oia, al lado del centro, pero no en el puro centro, por allí pasan miles de personas que se asoman, hacen fotos, etc., y eso me parece un poco menos privado.
Por otro lado nosotros también decidimos alquilar un coche, en esta ocasión lo cogimos con Blue Island Rental, tuvimos un coche pequeñito, pero perfecto para moverse por la isla! El servicio del renting te va a esperar al aeropuerto con el coche y puedes dejarlo en el mismo punto, algo que hace que sea muy cómodo.
Sobre el tema de seguros en alquileres de vehículos en Grecia podéis consultar este post.
Aunque pasamos la mayor parte de nuestro tiempo en Oia, que nos tenía maravillados, hay otros lugares que visitar en Santorini y que también harán que queramos volver a conocer más a fondo la isla.
Estuvimos uno de los días en Imerovigli, fuimos hasta allí para llegar a la iglesia de Theoskepasti. Voy a ser muy clara, ya que algunos de los posts que leímos inducían a error: hay que caminar bastante y el camino no es de rosas precisamente. Os recomiendo llevar deportivas (cosa que nosotros no hicimos). La iglesia está colgando del acantilado, habrá veces que querréis retroceder pensando que os habéis perdido, no lo hagáis, no la veréis hasta que no estéis puramente llegando a ella, eso sí, el trayecto sin duda os merecerá la pena.
Os dejo algunas fotos y una explicación. Yo, que soy un poco cabra montesa (pero muy patosa a la vez) estaba deseando subirme a algún tejado para hacer fotos típicas que había visto, pero muchas veces a la hora de la verdad, me acobardé. Bien porque me parecía que estaba demasiado alto, bien porque me dió reparo ya que había gente en la casa a cuyo tejado iba a trepar, o simplemente no me quería arriesgar a tener un encuentro con la policía jaja.
En este caso puedo deciros que tras la caminata (unos 45 minutos ida y otros 45 vuelta), llegamos a la iglesia (que bien parece que llegas al fin del mundo), y estábamos total, completa y absolutamente solos. Así que allí, en medio del mar, con aquellas vistas y el tejado sólo a un salto con un pequeño empujón, no me pude resistir. He leído en algunos blogs que en temporada alta hay veces que hay cola para hacerse fotos allí. COLA, me parece increíble. Para nosotros fue un paraíso también por su soledad y lo disfrutamos muchísimo.
No fuimos a conocer ninguna de las playas, porque son más tipo rocosas y porque para acceder a algunas de ellas es necesario coger un barquito, os animo a que os informéis bien antes de planear este tipo de excursiones.
Volviendo a Oia, mi mejor recomendación, es que la recorráis sin prisa y os dejéis fascinar por sus rincones. Aviso a navegantes, para hacer la mayoría de las típicas fotos bonitas de instagram tendréis que cometer alguna pequeña «irregularidad», que básicamente suele ser colarse en alguna zona que pertenece a una casa particular o vecindario… No voy a decir que esté bien, pero al menos cuando nosotros fuimos no había nadie, entramos un segundo, hicimos la foto y salimos. Quiero decir con esto que hicimos lo posible por no causar ninguna molestia.
Algo que sin duda querréis ver son las puestas de sol. La más famosa es la del castillo de Oia, vale, no vayáis. No os hacéis una idea de la cantidad de gente que se congrega. Nosotros nos acercamos cuando el sol ya se había puesto para hacer una foto. En un año normal esa barbaridad de gente no me hubiera hecho gracia, pero este año con la pandemia nos pareció una irresponsabilidad, así que seguimos andando y vimos la puesta desde unas calles más abajo. Como veréis en la foto la vista de Oia desde el castillo es muy bonita, pero no merece jugarse la salud.
Y ya para acabar, quiero dejar esto aquí escrito, para que dentro de uno años, cuando relea este post, me saque una sonrisa. Como os conté cenamos y comimos muchos días en nuestro hotel, la primera noche un gatito bebe llegó migando muerto de hambre a nuestra puerta, así que lo dejamos pasar a la terraza y le dimos algo de comer. Nos pareció tan adorable que lo bautizamos como Torini. Nuestra sorpresa llegó los días siguientes, porque no faltó a una cita! Me dio mucha pena despedirme de él, y espero que esté bien, al menos se que el está disfrutando de esa isla preciosa, y eso me hace feliz!
Espero que este post os guste y os sirva! Yo sólo espero que muy pronto podamos estar viajando de nuevo y compartiendo aventuras con vosotras.
Un abrazo enorme!
@ccpetiterobe
The time has come, the last of the posts about our Greek adventure, we are going to discover together the wonderful island of Santorini!
I had seen so many photos of this place that I really thought that reality had a hard time exceeding my imagination and, above all, my expectations. I couldn’t be more wrong.
It took me 3 seconds to realize that I had reached one of the most beautiful places that I have been lucky enough to visit. Days later, while I was in the pool, a couple arrived, and when they looked out at the boiler the girl said: omg, it’s the most beautiful thing I’ve ever seen in my life. I promise you that it is not for less.
But let’s go in parts!
I will start by talking about accommodation. We quite doubted where to stay, you can choose between different locations, they are all very beautiful, but after reading traveler reviews and talking with friends who had already been to the island, we decided on Oia, without a doubt a great success.
The final phrase was: if you don’t stay in Oia, you will go there, you will see it, and you will want to return to Santorini soon to stay there. We stayed at Alexanders Suites, it’s about a five minute walk from the center, for my taste it was a magical stance. The views (as you can see in the photos) of the caldera and the Oia hillside are spectacular, our room was a suite in the highest part of the accommodation, although they also have other cave-type rooms (I leave you some photos so that you see them), they are typical on the island and they also have a lot of charm.
We had a beautiful terrace. We had breakfast, lunch and dinner there many days, as we also had a kitchen in our apartment and we were very sorry to miss out on it. On the terrace we had a private jacuzzi, and the hotel also has a beautiful infinity pool (where I spent a lot of time and where I would love to be now).
Breakfast is brought to your room, I want to make a special mention of Aqib, he made sure that our stance was absolutely unforgettable, always attentive and willing. It is wonderful to find accommodations that, regardless of their views and facilities, have staff who also do their jobs so well and with such human quality.
Personally (and even though the influx of tourists this year was much lower), I think our hotel has a privileged location, you are in Oia, next to the center, but not in the pure center, thousands of people pass through there. They take pictures, etc., and that seems a little less private to me.
On the other hand we also decided to rent a car, this time we took it with Blue Island Rental, we had a tiny car, but perfect for getting around the island! The rental service will wait for you at the airport with the car and you can leave it at the same point, something that makes it very comfortable.
On the subject of insurance in car rentals in Greece you can consult this post.
Although we spent most of our time in Oia, which had us in awe, there are other places to visit in Santorini that will also make us want to get to know the island more thoroughly.
We were one of the days in Imerovigli, we went there to get to Theoskepasti church. I will be very clear, since some of the posts that we read were misleading: you have to walk, quite a bit and the path is not exactly pink. I recommend you wear sports shoes (which we not did). The church is hanging from the cliff, there will be times when you will want to go back thinking that you have lost yourself, don’t do it, you will not see it until you are purely reaching it, yes, the journey will undoubtedly be worth it.
I leave you some photos and an explanation. I, who am a bit of a mountain goat (but very clumsy at the same time) was wanting to get on a roof to take typical photos that I had seen, but many times when it came down to it, I cowered. Either because it seemed to me that it was too high, or because it gave me qualms since there were people in the house whose roof I was going to climb, or I simply did not want to risk having a meeting with the police haha.
In this case, I can tell you that after the walk (about 45 minutes one way and another 45 minutes back), we arrived at the church (it seems that you are reaching the end of the world), and we were totally, completely and absolutely alone. So there, in the middle of the sea, with those views and the roof just a jump with a little push, I couldn’t resist. I have read in some blogs that in high season there is sometimes a queue to take photos there. QUEUE, I find it incredible. For us it was also a paradise because of its solitude and we enjoyed it very much.
We did not go to know any of the beaches, because they are more rocky and because to access some of them it’s necessary to take a boat, I encourage you to inform yourself well before planning this type of excursion.
Returning to Oia, my best recommendation is that you walk around it without haste and let yourself be fascinated by its corners. Warning to navigators, to take most of the typical beautiful photos of Instagram you will have to commit some small irregularity, which basically tends to be sneaking into a private property… I will not say that it’s okay, but at least when we went there was no nobody, we went in for a second, we took the photo and we left.
Something that you will definitely want to see are the sunsets. The most famous is the castle of Oia, okay, don’t go. You don’t have an idea of the amount of people that congregate. We approached when the sun had already set to take a photo. In a normal year, I would not have been amused by those atrocious people, but this year with the pandemic it seemed irresponsible, so we kept walking and watched the sunset from a few streets below. As you will see in the photo, the view of Oia from the castle is very beautiful, but it doesn’t deserve to risk your health.
And to finish, I want to leave this written here, so that in some time, when I reread this post, I get a smile. As I told you, we had dinner and ate many days in our hotel, the first night a baby kitten arrived crumbling, starving, at our door, so we let him go to the terrace and gave him something to eat. We found him so adorable that we named him Torini. Our surprise came the following days, because he didn’t miss an appointment! I was very sad to say goodbye to him, and I hope he is well, at least I know that he is enjoying that beautiful island, and that makes me happy!
I hope you like this post and it helps you! I just hope that very soon we can be traveling again and sharing adventures with you.
Lots of kisses!
@ccpetiterobe
Link al vestido azul de Shein de la cabecera aquí/here
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